Reflexiones de final de mes.

Últimamente he leído tantas verdades... igual debería de haberlas leído antes y hacerles un poco más de caso, no pensar que todo puedo cambiarlo.


Pasar por esos sitios donde nos conocimos, donde fuimos tan felices. Sitios testigos de nuestra pasión.
A veces pensamos que olvidamos a alguien pero siempre y en secreto nos deberemos a él.
¿O no?
Todos tenemos alguna persona que tiene un hueco especial en nuestro corazón. Aunque las cosas cambien y no se parezcan en nada, siempre lo recordaremos como algo especial.
No quiero decir con eso que no podamos ser felices si no es con esa persona; al contrario. Pero sí debes ser consciente que no puedes ir buscándolo por ahí, su tiempo pasó. Ahora te debes a ti misma, el resto no importa más. Saca tu poder, cree en ti.

Que sepáis que odio las relaciones a distancia, con más de 30 km. de por medio las cosas no funcionan. Echar de menos demasiado no es bueno. Lo malo no es la distancia en sí, ni que eso debilite el amor, lo malo es que las palabras no siempre son suficientes, ni son el mejor método para expresar según qué cosas. 

El poder de las palabras. 

Pero no olvidemos que ese poder puede ser bueno y malo. Puede traer felicidad, pero también dolor.
Hubo un tiempo en el que creía en ello, a ciegas. Luego me di cuenta de que, a menos que el tiempo de distancia sea finito y puedas ver acercarse el momento en que estaréis al lado, no vale la pena nada. Eso es lo que mata muchas relaciones, no saber en qué momento terminará la distancia entre ambos.

Pero aún así caigo de nuevo en pensar que se puede y, como una niña pequeña, me emociono casi con cualquier cosa. Aunque hay una diferencia: ahora ya no me importa lo que vendrá después. Me importa ser  yo misma, vencer mis miedos y timidez, y ser yo misma.

Por eso todo va como va, porque estoy dejando todo eso de lado y me estoy dedicando a mí misma, a lo que me apetece y a lo que quiero. Sed conscientes de eso.

Os quiero.