Reflexiones de final de mes: MAYO.

Queridos lectores,

este mes ha sido un aluvión de sensaciones. Así es como podríamos definirlo.

A veces, las cosas no son como esperas, el tiempo no te respeta, las decisiones que pensabas que serían firmes no duran. A veces, la vida te sorprende.
Tengo la sensación de que no merezco lo que tengo, que no te merezco. Así que solo me queda luchar contra mí misma para llegar a tu nivel. Pero al mismo tiempo no tengo ganas. No quiero luchar. No. Quiero dedicarme a mí misma. Si estás conforme, bien, sino, ahí tienes la llave para dejarlo todo atrás.

Y eso se lo debo a él. Él me enseñó que tengo que pensar en mí. No merece la pena dar tu vida por alguien, no, hay que saber dónde están los límites. Aunque no fue él. Gracias Sara. Las conversaciones con ella, aunque al principio las viese con escepticismo, dieron sus frutos. ¡Gracias!

Volver al mundo. Como resultado de este final de curso. Ha sido un curso eterno, lleno de cosas negativas y casi sin nada positivo a nivel académico, la verdad. Eso sí, aquí estamos para remediarlo. Al fin y al cabo, estar a punto de terminar el proyecto es algo muy bueno.

Y, como no, este mes me trajo un viaje estupendo que me ha servido para ser un poco más feliz. Gracias por hacerme sonreír cada día.

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Una de las mejores cosas que me ha traído ser representante de alumnos es, sin duda alguna, poder asistir y formar parte activa de CREUP.

¿Por qué es así? Pues porque ha supuesto una etapa de un enorme crecimiento personal. He conocido muchísima gente, comprometidos todos ellos por defender a los estudiantes que tenían detrás (aunque coincidan más o menos con mi forma de hacer las cosas). Ellos, los fines de semana que hemos pasado juntos debatiendo, han supuesto un soplo de aire fresco, de energía, para volver con más ganas e ideas nuevas a mi universidad. Lástima que la gran mayoría de cosas no se puedan llevar adelante (por la dejadez de algunos, para mi desgracia).

Son momentos que ya no se podrán volver a repetir. Ha terminado esa etapa. Estoy contenta, ya toca renovarse, pero a la vez triste. Le echaré de menos. Al menos creo que puedo decir que me llevo a unos amigos estupendos y todas las experiencias vividas.

Gracias por todos esos momentos vividos y por todo lo que me habéis aportado.

Siéntate contigo misma.

Estas no son las reflexiones de principio de mes porque ya estamos a la quincena.
Así mismo sí son unas reflexiones, como todo.

Soy feliz.
Me he dado cuenta de que hay cosas que no necesito, que no quiero en mi vida. Ya ha sido su época  y ahora toca cambiar, evolucionar.
Estoy más relajada que hace una semana, más tranquila. Los nervios ya no tienen cabida, lo hecho hecho está. Ahora no hay nada de lo que preocuparse en exceso.

Sencillamente, he vuelto a poner en orden las cosas, a sentarme conmigo misma y he puesto las cartas sobre la mesa. De vez en cuando viene muy bien hacerlo. Ser consciente de en qué punto estás y a dónde quieres llegar.
Hoy me han comentado una oferta de trabajo que saldrá en breve. Dudo mucho que en ver los requisitos pueda presentarme o tenga alguna posibilidad, pero lo voy a intentar, por eso no se pierde nada.

Acompañarte en el camino, con ganas y fuerza de voluntad. Aunque sea moralmente. Aquí estoy, dando todo lo que puedo de mí para que ayudar a los que me rodean. Sin embargo, no siempre es recíproco. Por desgracia hay gente que no está tan dispuesta a hacer lo mismo por ti.
De todas maneras, siempre habrá gente que quiera animarte, igual que tú intentas hacer con ellos. Por esa gente es la que merece la pena quererse, ser fuerte y salir a luchar.