Una más.

Que estoy pasando una mala época creo que lo sabe demasiada gente, pero eso no lo hace mejor.

Antes las clases de alemán eran como una terapia, una válvula de escape, pero ahora se han convertido en algo pesado, una clase a las 20h de la noche sin poco más que una profesora que no anima a seguir.
Pero no es solo eso. En la universidad, no hay nada que me ligue a ello. Las clases son más de lo mismo, no tengo tiempo para entretenerme leyendo cosas que realmente me interesan, y que no es lo que me van a preguntar en los exámenes raros que nos ponen. El proyecto es lo único que vale la pena, lo que hace que cartografíe sin enterarme siquiera por lo agusto que lo hago.

Tenía mil planes. ¿Los podré llevar a cabo?

Sólo quiero recuperar mis ganas, ver el brillo de mis ojos en el espejo y sentirme la persona más feliz del mundo.

Música

Esta va de música. Porque en mi vida no puede faltar.
Distintos idiomas, distintas letras, distinto todo, pero un mismo sentimiento.

Silbermond - Onhe dich.

Piedra, papel y tijeras - Maldita Nerea.

El valor que no se ve - Laura Pausini

És el moment - Amelie

La respuesta no es la huida - Maldita Nerea.

Por eso mismo, porque la respuesta no es la huida, me quedo y camino con ganas para conseguir lo que quiero, perseguir mis sueños.

Fuerza, valor y ganas.

Puede que vea el mundo oscuro, puede que tenga motivos para llorar y encerrarme en casa, puede que sea una tonta, que no sepa valorar nada, que dé impresiones erróneas. Puede demasiadas cosas, sí. Y son ciertas, también. Pero, aunque no me explique muy bien el por qué, me siento con fuerzas.
Sé que estas cosas pasan, que podríamos evitarlo, claro, pero suceden.
Aunque estoy positiva, desde el principio. Me hace gracia que ahora que ya he pasado yo por ahí, pases tú. Pero esto también me da fuerzas para creer más en ello.

Ya se sabe, no todo es oscuridad, si te fijas bien hay toda una gama de colores oculta tras ella. Sólo hay que aprender a mirar.

Y como siempre digo, se consigue más con una sonrisa que con frialdad y dureza.

Esto no es un final, es un nuevo comienzo. 

13-11-2012

Hoy es un día importante.

Tres días después de mi cumpleaños, en 2011, tuvimos el valor de hablar, mirándonos a los ojos, y empezar con esta historia.

No voy a contar por aquí los pormenores, aunque me parece una historia preciosa, pero sí quiero resaltar ese momento en que se juntaron nuestros labios, temblorosos, por primera vez. Fue algo mágico.

No me cansaré de demostrarte lo mucho que te quiero.

Estimar-te no és tan fàcil, però he triat aquest camí.

Mi cumple.

Ya es lunes, 12 de noviembre. Ha pasado ya el sábado, así que aquí estoy, dispuesta a contaros ese gran día. Eso sí, aviso a lectores, no os esperéis un sábado de locura, de esos que marcan época, porque tampoco fue para tanto.

Empezaré diciendo que, como siempre, llegaron tarde mis amigas. Y es que ni un día podemos ser puntuales. 
Fuimos a cenar al Saoro, un bar al que no habíamos ido nunca (al menos, juntas). 

NOTA: Hablo en femenino, pero no me puedo olvidar que allí estaban Raul y Jorge con nosotras (por cierto, ¡qué grandes chicos!).

Después de cenar, fuimos al nuevo Xyroco, otro sitio nuevo. Allí tomamos algo, nos hicimos fotos, y reimos hasta que nos dolió la barriga. Por cierto, pienso volver, la música es genial, el ambiente inmejorable, las copas baratas (3.50€!!!!) y hay sofás para sentarse. 

Más tarde decidimos cambiar de sitio, y no nos poníamos de acuerdo, para variar. Así que pasamos por un Enderrock petado y terminamos en un Indyans sin gente. 

Y esa fue mi noche. Nada emocionante salvo que me subieron los dos chupitos de la cena y las dos copas de después no. Soy así de rara.

Pero lo importante de esto es que estuve rodeada con la gente que quiero, con personas muy importantes para mí. Y es que tengo unas amigas estupendas.

Yo

En estas fechas me revuelven la cabeza muchos recuerdos. Se acerca mi cumpleaños, peligrosamente (para no variar). Eso implica muchas cosas...

Primero, que voy a salir a comerme el mundo esa noche con mis amigas/os de toda la vida. Vamos a liarla parda por el pueblo, como debe ser.

Segundo, por los recuerdos de aquel cumpleaños en el que fuimos de fiesta a Alicante y toda la historia con mi amigo Javi (al que, por cierto, echo mucho de menos, que llevamos distanciados un tiempo por las circunstancias).

Tercero, por ti, y por nuestros primeros momentos juntos.

Cuarto, porque este año lo voy a celebrar dos veces: una con vosotros, y otra con mis compañeros de la universidad. Y es que sí, este jueves me voy a Alicante con ellos, que ya iba tocando.

Y es que, señoras, no todos los días se cumplen años, y no todos los años cae sábado. ¡Va por ustedes!




PD; Foto en Asturias, con mi compañera de piso.