domingo, 19 de octubre de 2014

50 sombras de Grey.

Pues bien, señores, aquí estamos desde mi casita en León, escribiendo este post, que tengo el blog un poco abandonado. Realmente es que estoy con el otro blog que tengo, sobre educación (principalmente de Biología y Geología), por mis nuevos estudios. Pero bueno, a lo que iba, he empezado a pensar en qué contar en este blog nuevamente, y he sucumbido a un libro. Os voy a contar mi visión de 50 sombras de Grey.

Supongo que ya sabéis todos, a grandes rasgos, de qué va este libro. Es un libro de erótica femenina, aunque no el único ni el primero ni nada de eso, que versa sobre una sexualidad de masoquismo.
Pues bien, sucumbí, sí, pero me duró 50 páginas. Para mí, el libro en sí pueden descatalogarlo, casi. No tiene historia ninguna (bueno, sí, una de relleno entre páginas de deseo y sexo), sin base, sin sustento, sin nada.
No sé, no creo que por este libro la gente se aficione a leer, como he llegado a escuchar, ni mucho menos.

Si lo que queréis es una novela erótica, las hay mejores; si lo que queréis es leer sexo puro, bienvenidos al universo Grey.

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