Reflexiones de final de mes: NOVIEMBRE.

La verdad es que no he hecho balance de noviembre, y es un mes que lo merecía. Pues bien, aquí estamos para poner remedio a esta gran pérdida. Pérdida porque se ha terminado el mes.

Ha sido un mes, como ocurre siempre, con sus luces y sus sombras. Han habido momentos de bajones, de romper ilusiones, pero también de muchas risas, de estar con él, de sentirme muy yo, y de recuperar muchas cosas.

Este mes me he graduado. Sí. Ya soy totalmente una ingeniera. Os podéis imaginar todo lo que ello significa. Un torrente de ideas, de ganas de trabajar, de alegría.
También han terminado mis prácticas en empresa a raíz del grado que estoy cursando. Las prácticas han sido en el mismo sitio donde las hice con la ingeniería hace dos años. Han estado un poco accidentadas porque me puse malita y demás, pero cada vez que iba era una alegría. Me encantaría poder trabajar en ello algún día.
Hice el examen de inglés, del B1, que aprobé (aunque la nota me la dieron el jueves pasado). Ello abre nuevamente un mundo de posibilidades, por lo que me he apuntado al curso de "Capacitación Docente en Valenciano (CDV)", al que asistiré desde este viernes hasta finales de marzo.

Este mes, como siempre, ha venido cargado de cosas.

Ahora mismo tengo unas ganas enormes de que llegue este finde, de disfrutar una cena merecidísima y de un viaje a Madrid del que volveré renovada. No todos los días se va una a un curso de programas informáticos relacionados con la geología.




-Geo.