Tres días después de mi cumpleaños, en 2011, tuvimos el valor de hablar, mirándonos a los ojos, y empezar con esta historia.
No voy a contar por aquí los pormenores, aunque me parece una historia preciosa, pero sí quiero resaltar ese momento en que se juntaron nuestros labios, temblorosos, por primera vez. Fue algo mágico.
No me cansaré de demostrarte lo mucho que te quiero.
Estimar-te no és tan fàcil, però he triat aquest camí.
:O qué bonito Raquel...
ResponderEliminarun año ya, y seguro que os quedan muchos momentos geniales, aunque haya distancia, como se suele decir "La distancia no es nada cuando la persona lo significa todo".
Me alegro que te guste. Algún día te contaré la historia, que me da que a ti también te gustan este tipo de cosas. Sí, hay distancia, y eso deja muchos momentos con mal sabor de boca, pero cuando estamos juntos siento que puedo con todo lo que venga, porque el cariño, la confianza y la comprensión son totales.
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